Una cabeza, dos consciencias



Te imaginarías tener dos consciencias dentro de una misma cabeza. Esto puede parecer asunto de libros de ficción como Dr. Jekyll y Mr. Hyde, pero existen pacientes cuyos hemisferios cerebrales llevan vidas separadas y tienen sus propias personalidades hasta el punto de poder ser un lado ateo y el otro creyente. De hecho esto lo podríamos experimentar todos si no sometiéramos a una callosotmía.

El cerebro humano es una fuente inagotable de misterios y maravillas. Durante años hay quienes se han resentido de que cada vez más, el estudio del cerebro humano deje menos espacio al concepto tradicional de alma etérea a la hora de explicar la esencia del ser humano y su comportamiento.  A mí me parece todo lo contrario. La complejidad y diversidad de actitudes y comportamientos asociados al funcionamiento del cerebro es increíble. Yo dudo que el tan estimado concepto del alma inmortal pudiera generar tales niveles de complejidad y despertar la inagotable pasión por el descubrimiento que despierta el cerebro humano. 

Como todos sabemos nuestro cerebro se divide en dos hemisferios. En apariencia el cerebro es simétrico y ambos hemisferios parecen un reflejo aproximado del otro, como ambos lados de la cara, o ambas piernas. Pero analizado con una mayor profundidad esta simetría se rompe en gran medida. Es cierto que muchas de las funciones del cerebro, probablemente la mayoría, tienen lugar en ambos hemisferios, lo que hace que zonas gemelas a ambos lados del cerebro se activen para realizar una acción en particular.  Como ejemplo, el proceso de la percepción sensorial o el control de las actividades motoras tienen lugar en ambos hemisferios. Curiosamente, debido a un cruce de los nervios principales en un antepasado común a todos los vertebrados, todas las especies animales que descendemos de esta línea controlamos el lado derecho del cuerpo con la parte derecha del cerebro y viceversa. Lo que significa que la información que recibimos del ojo derecho, el oído derecho o la parte derecha del cuerpo en general se procesa en el hemisferio izquierdo, y es este hemisferio también el que da las ordenes al lado opuesto del cuerpo, el derecho para moverse. Esto es relevante para entender un curioso caso que voy a presentar aquí.

Pero no todo es simetría. A mediados del siglo XIX, un niño prodigio de la ciencia llamado Paul Broca, que llegó a ser médico y anatomista, hace un descubrimiento que tendrá un gran impacto en el campo de la neurología. Broca había llegado a la conclusión de que era posible descubrir detalles importantes sobre la estructura del cerebro, estudiando lo que había dentro de la cabeza de pacientes con trastornos neuronales una vez muertos.  De esta forma Broca hace una comparación de los cerebros de una docena de pacientes de afasia, un trastorno que inhabilita a los que los sufren para hablar, para encontrar que todos tenían dañada la misma área en el lóbulo prefrontal izquierdo. Este pequeño pliego de materia gris resultó ser responsable en gran medida de nuestra habilidad lingüística y hoy en día es conocida como el área de Broca. Este descubrimiento indicaba que ciertas áreas del cerebro se corresponden con funciones específicas. Hoy en día aún hay un fuerte debate sobre si el cerebro funciona mediante módulos o de una forma más general, pero no cabe duda de que algunas áreas sí que representan centros especializados para una actividad específica.
El fenómeno por el cual una serie de funciones tienden a localizarse en la mayor parte de individuos en un lado y no en otro es conocido como lateralización. Es necesario recordar que como he mencionado, la distribución de funciones en el cerebro es bilateral, pero existen una serie de excepciones. Tampoco está de más mencionar que la diferencia entre hemisferios se ha mistificado bastante en la cultura popular con el cliché del lado izquierdo racional vs. el derecho creativo y emocional. Por lo que he estado leyendo no parece que haya mucha evidencia empírica al respecto ya que lógica y creatividad son ambos fenómenos complejos que necesariamente hacen uso de ambos hemisferios. Pero sí que existen un número de diferencias relevantes. En el lado izquierdo por ejemplo, se tienden a ubicar capacidades lingüísticas como la sintáctica, gramatica y la capacidad de procesar significados literales (sobre todo en el caso de los diestros, los cerebros zurdos tienen una mayor probabilidad de tener estas funciones en el lado derecho o en ambos hemisferios). Por el contrario, capacidades prosódicas como la entonación y la acentuación se gestionan habitualmente desde el lado derecho. A nivel de cálculo, el lado izquierdo se encarga de las operaciones precisas, mientras que el derecho se ocupa de las aproximadas. También existe una cierta asimetría en el proceso de experiencias como positivas o negativas, por parte de los lados izquierdo y derecho respectivamente, lo que conecta la hiperactividad en el hemisferio derecho con algunos síntomas de depresión.

Una última diferencia que puede derivar en fenómenos muy curiosos, es la mayor capacidad del lado izquierdo para reprimir ciertas conductas y movimientos derivados de estas. El famoso neurólogo Kurt Goldstein documentó uno de estos casos. A Goldstein le llegaban en ocasiones casos extremadamente raros que otros especialistas no habían conseguido diagnosticar. En una de estas ocasiones llegó a la consulta de Goldstein una señora de mediana edad en principio totalmente sana y en sus cabales. Pero la paciente se quejaba de una dolencia muy extraña. En ocasiones su mano derecha se lanzaba a su cuello e intentaba estrangularla. Sus doctores no encontraban ninguna solución que no implicase un trastorno sicótico, pero por lo demás la paciente parecía totalmente cuerda. Goldstein pronosticó que lo que sucedía es que debido a un infarto cerebral el cuerpo calloso, un conjunto de fibras que conectan ambos hemisferios, había resultado dañado impidiendo la comunicación entre ambos hemisferios. De esta forma, el lado derecho del cerebro de esta señora, más emocionalmente volátil, era el que intentaba suicidarse usando la mano que controla, la izquierda. En condiciones normales el hemisferio izquierdo se encargaría de reprimir estos impulsos homicidas. Pero la falta de comunicación debida a la lesión del cuerpo calloso impedía al hemisferio izquierdo ejercer esta función. No mucho después de esta visita la paciente murió (de un nuevo infarto cerebral, no asesinada por su mano izquierda). La autopsia reveló que el diagnóstico de Goldstein era correcto.

Las extrañas situaciones que se pueden derivar de sufrir un daño en el cuerpo calloso no se quedan aquí. El neurólogo Roger Sperry ganó el premio nobel de nobel de medicina en 1981 por su trabajo en pacientes que sufren de cerebro dividido. Por lo general estos son pacientes a los cuales se les ha realizado una callosotomía para mitigar sus ataques de epilepsia. La epilepsia es una enfermedad en la que una zona del cerebro empieza a generar impulsos eléctricos de forma descontrolada y estos se extienden por el cerebro, provocando las características convulsiones. Seccionando el cuerpo calloso se puede evitar que estas pasen de un hemisferio al otro, reduciendo mucho la gravedad de los ataques. Cuando se empezó a utilizar esta técnica se consideró que no tenía efectos secundarios, pero en cualquier caso a Sperry se lo pidió que investigase para ver si estos existían. La conclusión que Sperry extrajo de este trabajo es en sus propias palabras: 

De hecho (el hemisferio), es un sistema consciente de propio derecho que percibe, piensa, recuerda, razona, desea y siente a un nivel característicamente humano y… ambos, el hemisferio derecho e izquierdo pueden tener consciencia de forma simultánea incluso de experiencias mentales diferentes, mutuamente contradictorias que tienen lugar de forma paralela.
—Roger Wolcott Sperry, 1974

Lo que descubrió la investigación de Sperry es que cuando se desconectan ambos hemisferios del cerebro, estos empiezan a comportarse prácticamente como dos cerebros individuales que no se hablan entre sí. De hecho existen experimentos que muestran esta consciencia independiente a cada lado del cuerpo calloso seccionado. El lado izquierdo en este caso es más fácilmente accesible para el investigador ya que en se encuentran la mayor parte de las habilidades lingüísticas y el investigador puede preguntar directamente. Pero el que el lado derecho no se pueda expresar lingüísticamente no quiere decir que no pueda comunicarse. En uno de los experimentos más ilustrativos se le muestra a un sujeto una palabra (por ejemplo huevo) en su lado izquierdo del campo visual para que sea percibida por el hemisferio derecho. Si preguntamos,  recibiremos una respuesta generada por el hemisferio izquierdo (que como vimos controla la producción lingüística) que indicará no haber visto nada.  A continuación el sujeto introduce su mano izquierda, controlada por el hemisferio derecho que si ha visto el huevo, en una caja llena de objetos distintos. Si se le pide que coja con esta mano ese objeto que dice no haber visto escogerá el huevo, demostrando que el hemisferio derecho si es consciente de haber visto la palabra huevo. Aún más, como no se ha permitido al hemisferio izquierdo ver el huevo, y este está siendo manipulado con la mano que no controla, si preguntamos al sujeto este no sabrá decir que objeto ha cogido, y si se le muestra y se le pregunta porque ha elegido el huevo y no otra cosa no sabrá que responder o se inventara alguna historia para poder explicarlo. La disonancia entre ambos lados del cerebro puede llegar hasta el punto de que ambas manos se enzarcen en luchas para manipular objetos, especialmente en las primeras semanas de operación hasta que ambos hemisferios se van acostumbrando a cooperar el uno con el otro. 

En su libro “Waking Up: A Guide to Spirituality Without Religion” el filósofo Sam Harris se plantea las implicaciones espirituales que plantea el tener más de una consciencia en el cerebro y de hecho propone que abandonar este concepto de la conciencia unitaria asociado al “yo” puede ser la mejor forma de vivir una vida plena. El camino de Harris es el de la meditación y el trabajo de introspección continuado para familiarizarnos con la verdadera forma de funcionar de nuestra conciencia. 

Otra consecuencia “espiritual” rompedora del fenómeno del cerebro dividido es la que plantea el famoso neurólogo Indio Vilayanur Ramachandran. Ramachandran estaba interesado en saber si estos hemisferios separados por una callosotomía con consciencias independientes también tenían personalidades independientes. Para ello llevo a cabo junto con otros colegas un experimento. En este se le presentaban distintas preguntas a ambos lados del cerebro. Como ya hemos visto el lado derecho no puede producir mensajes lingüísticos pero si puede entender palabras sueltas y la semántica de oraciones sencillas. Los que los investigadores hacen en este caso es plantear preguntas sobre sus vidas para calibrar el experimento del tipo de ¿Vives en la Luna? ¿Vives en California (el lugar donde se hizo el experimento)? ¿Estas despierto? ¿Eres una mujer? Y los pacientes responden señalando con la mano correspondiente a cada hemisferio SI, No o No SÉ en unos carteles preparados para este propósito. Una vez comprobado que el experimento está funcionando se pasa a preguntas más ambiciosas. Quizás la más ambiciosa de todas era ¿Crees en Dios? Imaginad la sorpresa de los investigadores cuando el lado derecho contesta que si sin pensárselo dos veces mientras que el lado izquierdo se lanza sin dudarlo al no. Aquí tenemos un creyente y un ateo metidos dentro del mismo cráneo. Para Ramachandran esto implica claramente un problema teológico importante ya que siguiendo los dogmas de ciertas religiones como el cristianismo, el hemisferio de este señor debe ir al cielo, mientras que su hemisferio izquierdo está destinado al infierno o al purgatorio (dependiendo de por qué papa o líder protestante se guíe uno).

Este artículo está inspirado y documentado en:
“Waking up: a Guide to Spirituality without religion” de Sam Harris
“Phantoms in the Brain: Human Nature and the architecture of the Mind” de Oliver Sacks y V. S. Ramachandran
https://www.youtube.com/watch?v=PFJPtVRlI64  un extracto de una conferencia de V. S. Ramachandran

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