Schrödinger. Gato vivo, gato muerto




En este post aprovecho de nuevo el tema del anterior para seguir comentando otro de los experimentos más míticos en la historia de la física cuántica. Esta vez el gato de Schrödinger. Este experimento es un tanto diferente del experimento de la doble ranura tratado anteriormente. Este último es el típico experimento de laboratorio, con equipo y mediciones. El de Schrödinger es lo que se conoce como un experimento de pensamiento. Estos son utilizados a menudo por los científicos más teóricos como Einstein, que le dio una gran popularidad
al concepto. De hecho los grandes avances hechos por Einstein en su momento se deben a algunos de sus míticos experimentos de pensamiento. De joven por ejemplo, le gustaba imaginarse como se vería el mundo si uno pudiera montar sobre un rayo de luz, lo que le llevó a apasionarse por el estudio de la misma. Entes de descubrir la teoría de la relatividad a Einstein le atormentaba otra duda del mismo tipo ¿Qué sucedería si alguien cayera dentro de un ascensor desde gran altura de? ¿Experimentaría la fuerza de la gravedad? 


El caso de Schrödinger es un tanto distinto. Schrödinger no llevaba toda su vida imaginándose experimentos con gatos en cajas. Nacido en Austria, Erwin Schrödinger es uno de los físicos más grandes de la historia si bien su vida fue bastante poco convencional.  En los años treinta regentaba una posición de catedrático en Berlín que abandonó por su oposición a los nazis lo que le llevó a pasarse varios años intentando conseguir un puesto en alguna universidad extranjera sobre todo en Reino Unido y EEUU. Pero el hecho de que viviera en su casa junto a su mujer y a su amante chocaba demasiado con el puritanismo de ambos países en la época. Por tanto, Schrödinger tuvo que volver a Austria y dejarse abusar por los nazis, hasta que finalmente huyo a Italia en el 1940. Afortunadamente en ese mismo año recibió una invitación para trabajar en el nuevo Instituto de Estudios Avanzados de Dublín, donde trabajó hasta su jubilación. Schrödinger que también estaba interesado en la filosofía y que es muy conocido por su gran trabajo en biología “El secreto de la vida”. Pero a pesar de su peculiar vida y carrera, en materia de física Schrödinger era bastante conservador en un momento revolucionario para la física. A principios del siglo XX, una serie de descubrimientos a mano de grandes de la ciencia como Planck, Einstein o Rutherford habían confirmado por fin la existencia del átomo y de las partículas subatómicas.  Algunos años más tarde una nueva generación de físicos llevan las teorías del momento hasta sus últimas consecuencias hasta que a principio de los 30s Heisenberg formula el principio de incertidumbre. Según este es imposible conocer los detalles sobre el desplazamiento de una partícula y su posición al mismo tiempo. Al ganar precisión al medir una, se pierde necesariamente la otra. De hecho es imposible conocer la posición exacta de una partícula, por ejemplo la situación de un electrón en su órbita. Solo se puede hablar una mayor o menos posibilidad de que el electrón se encuentre en unas coordenadas determinadas.


El descubrimiento de esta cualidad probabilística de las partículas subatómicas fue un auténtico shock para la vieja guardia de la física. Hay que entender, que hasta ese momento los físicos creían que el universo seguía unas estrictas leyes mecánicas de tal forma que, si se pudieran conocer las posiciones, velocidades, aceleraciones y trayectorias de cada una de las partículas del universo, podría conocer el pasado y el futuro, al menos teóricamente. Todos los físicos eran conscientes de la imposibilidad práctica de realizar estos cálculos, pero teoréticamente se podrían llevar a cabo. La naturaleza probabilística de la recién descubierta física cuántica cambiaba esta concepción del universo para siempre, lo que fue imposible de aceptar para la mayor parte de los físicos que habían cursado sus estudios universitarios aún en el XIX. Este es el momento en que un Einstein incrédulo  acuña su mítica frase “Dios no juega a los dados”.


Más inaceptable aún era la segunda vuelta de tuerca de estos nuevos descubrimientos. No solo la realidad se había convertido algo probabilístico, además  es imposible medirla con precisión porque, según la interpretación de Copenhague, el observador  afecta la observacón cambiando la realidad para siempre. Y no solo porque las mediciones se hacen normalmente con radiación que afecta el comportamiento de las partículas. La idea va más allá. Una partícula puede estar en uno o más estados a la vez, o en varios sitios a la vez, hasta que alguien la observa. En ese momento la partícula asume un solo estado o una sola posición. Todas las otras posibilidades se han colapsado.


Schrödinger era uno de estos científicos que renegaban de las implicaciones de la revolución cuántica. Algo bastante curioso ya que su mayor logro profesional es una ecuación que lleva su nombre y que describe el proceso mediante el cual una onda colapsa y deja de estar en varios lugares a la vez, para quedarse en uno solo al ser observada. Pero Schrödinger, al igual que muchos otros, creía que las rarezas de la física cuántica se debían a que aún quedaban aspectos del comportamiento de las partículas por descubrir. La realidad no podía ser probabilística ni sujeta a la observación. El problema es que no sabemos todo lo que hay que saber todavía.  


Intentando demostrar lo absurdo que en su opinión era la interpretación de Copenhague,  Schrödinger diseño un experimento de pensamiento que irónicamente se convirtió en el buque insignia de los libros de divulgación de la física cuántica. Para entender este experimento hay que mencionar que muchos átomos son radiactivos. Un átomo radioactivo, puede perder una de las partículas que lo componen en cualquier momento, emitiendo radiación. Esta liberación de uno de sus componentes es totalmente probabilística, por lo que se puede utilizar para ilustrar la interpretación de Copenhague. En esta, un átomo esta en dos estados a la vez, habiendo perdido una partícula y sin haberla perdido. Una vez que lo observamos la función de la onda, según la ecuación de Schrödinger, colapsa y el átomo esta en uno u otro estado. Para ilustrar esto en una forma en la que el mundo del resto de los mortales se vea implicado, Schrödinger introduce un gato, una caja, un detector de radiación y un veneno mortal (que podría ser sustituido por cualquier alma letal). En este experimento teórico (ningún gato a muerto en la colaboración) los científicos ponen al gato dentro de una caja junto al átomo radiactivo, el detector y la cápsula de veneno (o arma mortífera a elegir). En el momento en el que el átomo irradie una partícula el detector activa el mecanismo que libera el veneno de la cápsula y el gato muere. Según la interpretación de Copenhague, el átomo esta en dos estados simultáneamente, habiendo emitido una partícula y sin haberlo hecho. Por lo tanto el gato está a la vez vivo y muerto a la vez dentro de la caja, hasta que el investigador la abre para comprobarlo y se colapsa en uno de los dos estados.  


Para Schrödinger este ejemplo demostraba que la interpretación de Copenhague no tenía sentido y que tenía que haber un fallo en algún punto. Curiosamente hoy en día se utiliza este experimento para ilustrar el extraño comportamiento de las partículas subatómicas. A pesar de los esfuerzos de Einstein, Schrödinger y otros, las cualidades probabilísticas del mundo de lo muy pequeño y la influencia del observador han demostrado su solidez en múltiples experimentos desde entonces. Respecto a la interpretación de Copenhague, hay quienes dudan de ella. Es una explicación muy formal, que se ajusta a los resultados experimentales pero sin ir más allá. Pero aun así, sigue siendo la más popular en el mundo académico.


Descripciones más detalladas de este experimento se pueden encontrar en multitud de libros de divulgación sobre cuántica. Un buen ejemplo, En busca del gato de Shrödinger – John Gribbin
Aquí tenéis también un video muy chulo del gran canal de Youtube “Minute Physics”:

http://www.youtube.com/watch?v=IOYyCHGWJq4

Imagen:

http://www.fantom-xp.com/es_20__Cat_in_the_box.html

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