Los productos
genéticamente modificados son una gran fuente de controversia. Durante años, he
considerado esta una lucha de David contra Goliat, de grupos de activistas
defendiendo el bien común contra las malvadas corporaciones que nos venden
veneno para hacerse aún más ricas. Pero últimamente, cuanto más me informo, más
me doy cuenta de que los cultivos transgénicos no presentan riesgo alguno para
la salud. Aquí va mi reflexión.